Mi negocio online con solo 18 años
No era fácil crear un negocio online en el 2007 y mucho menos con 18 años y poca experiencia. Antes de que existiera Facebook, Twitter, Medium, WordPress, Blogger, o cualquier medio que permitiese de forma fácil y rápida la publicación de contenidos a cualquier persona con acceso a Internet, crear y subir contenido a la Web no era algo que se lograba de un día para el otro. En ese momento tampoco resultaba obvio cómo funcionaba la web.
Claramente las cosas cambiaron mucho y hay ventajas inmensas con respecto a esta historia. Pero como no todo se trata de técnicas ni herramientas, creo que puede resultarte interesante ver cómo una cosa lleva a la otra y poder contrastarlo con tu propia realidad.
Mi primer negocio online surgió al siguiente año de terminar el colegio, cuando trabajaba en la empresa de mi familia y todavía era un dependiente. Como ya conté en un post anterior, no estaba muy feliz con el trabajo aparte, y aunque consideraba que lo hacia bien y me comprometía con mis tareas, recibía un sueldo que creía no estaba a la altura de mis responsabilidades y que para peor, no obtenía reconocimiento por nada de lo que hacía.
A pesar de esa situación siempre intenté mejorar la empresa. Aun siendo un simple empleado que atendía al público me daba cuenta que muchas cosas no funcionaban correctamente, por lo que estaba constantemente intentando mejorar el negocio desde lo que más me gustaba, el diseño y la tecnología.
Sin darme cuenta, y sin ser consciente de lo que realmente estaba haciendo aprendí mucho sobre cómo funciona una empresa, sobre cómo se construye una marca, una reputación, sobre procesos internos, ventas, manejo de productos, clientes, proveedores, y un largo etcétera que incorporé durante los tres años que trabaje allí. De hecho esos conocimientos me sirvieron después para guiarme en mis comienzos como profesional independiente.
Pero lo más importante que me dejó el paso por la empresa de mi familia fue sin lugar a dudas el comienzo de mi primer negocio online, ya que para mantener vivo el hobby que tenia desde los 13 años y para colaborar con el crecimiento del negocio, decidí crearles el sitio web.
Del hobby al trabajo formal
Al ponerme a analizar la situación me di cuenta que era muy distinto a todo lo que había hecho antes. Hasta ese momento había realizado varias páginas pero la única que estaba seriamente publicada no era de una empresa si no del club de fútbol del que era fanático, que no vendía absolutamente nada.
Era un nuevo desafío y la primera vez que tomaba la identidad e imagen de una empresa real para trasladarla a la web. Me lo tomé muy en serio desde el primer momento, tanto, que hasta esbocé una especie de contrato donde detallaba todo lo que pensaba hacer y el precio por el trabajo, porque si algo tenia claro es que esto ahora era un trabajo. Igual me costó cobrarlo como debía por la aceptación de dos factores: era mi primer sitio web para un cliente real y se trataba además de mi familia.
En ese momento no era tan común tener una página web como ahora y mucho menos lo era ser “Diseñador Web”, por lo que esa situación, sumado a que yo no lo consideraba un trabajo porque me encaba diseñar, hizo que no valorara como debía eso que estaba haciendo, que en definitiva sí era un trabajo.
El negocio obvio
Yo estaba contento porque iba a recibir mi primer pago por el diseño de un sitio web. Ese era en definitiva el negocio para mí o al menos eso creía en ese momento. Yo trasladaba la identidad y el mensaje de una empresa a la Web y por ese servicio el cliente debía realizarme un pago. Simple.
Pero había algo más, yo sabia que para tener un sitio web online se necesitaba un proveedor de hosting. Hasta el momento no había contratado nunca uno profesional, siempre había usado los servicios del viejo Galeon (el Geocities hispano), que si bien tenia algunos de pago, lejos estaban de ser servicios profesionales y para colmo eran carlismo.
Fue entonces que buscando una alternativa encontré un proveedor nacional (argentino) que prefiero no mencionar ya que las cosas no terminaron muy bien, pero que me sirvió para entrar en el mundo del hosting profesional.
El verdadero negocio online, no tan obvio
En ese momento lo único que hice fue trasladar el costo del plan contratado en el hosting al cliente, es decir, a la empresa de mi familia, por lo que no era intermediario ni veía un solo peso por ese servicio, porque yo creía que no lo brindaba, pero, ¿no era yo quien acercaba el servicio, la solución?
Es así que al poco tiempo, gracias a muchos factores, me di cuenta del negocio en sí mismo de los alojamientos web. Y la verdad es que no es uno si no que hay muchos posibles y aunque algunos afirmen que está en decadencia para mí sigue siendo una posibilidad a explotar.
Este negocio tiene el atractivo de los ingresos recurrentes y pasivos. Esto es que por determinado servicio el cliente pague todos los meses un monto fijo. Y si ese servicio está automatizado, como el hosting, entonces se convierte en un ingreso pasivo, es decir que ganas dinero “sin hacer nada”.
Quizás a esta altura sea una pregunta un tanto obvia pero ¿se dieron cuenta que cada sitio que visitan necesita de un alojamiento? En algún punto es comparable al negocio inmobiliario. El hosting es un negocio escalable y permite obtener ingresos de una forma que con el diseño web y la consultaría es imposible.
Ahora tenía un objetivo
Al poco tiempo descubrí que los proveedores de hosting tenían planes para revender con tu propia marca, cosa que para un diseñador web como yo era excelente. A partir de ese momento debía centrarme en conseguir clientes que necesiten un sitio web, para poder adjuntarles el servicio de alojamiento y así empezar a obtener ingresos recurrentes de forma pasiva.
Hoy sigue siendo para mí uno de los negocios en los que invierto tiempo y dedicación, construyendo una marca que brinda servicios basados en la Web, buscando clientes que por lo general necesitan una página web y que por lo tanto siempre necesitan de alojamiento en la nube.
Es importante que como persona independiente te centres en conseguir seguridad financiera y la mejor manera de alcanzarla es mediante pagos recurrentes e ingresos pasivos. El problema es que no con todas las temáticas y profesiones se puede crear un negocio online, aunque eso está cambiando o mejor dicho, ya cambió, y mi idea es que descubras en Gen Libre cómo lo podes desarrollar y puedas tener objetivos concretos.
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Queda claro que si yo pude crear un negocio online con dieciocho años y con muy poca experiencia previa, vos también podes hacerlo. ¿Cuántos años tenes y a qué te dedicas actualmente? ¿Alguna idea por la que quieras empezar?