Pensando la nueva educación
Internet lo cambio casi todo y enumerar las cosas a las cuales transformo y mejoró seria una tarea imposible. Pero si puedo nombrar fácilmente al menos dos cosas que Internet no logro cambiar hasta ahora: la educación y la política. Es evidente que las dos guardan entre sí una estrecha relación que las afecta por igual, y es evidente que por algún motivo a ninguna de las dos les conviene dejarse abrazar por Internet. El punto es que esta resistencia consciente al cambio está desperdiciando la energía de generaciones enteras. Yo no tengo una solución, de hecho me dedico a diseñar sitios web, pero incluso desde mi lugar puedo pensar las diferencias entre la educación a la cual estamos acostumbrados (sometidos?) y la nueva educación.
Quienes hacen y mantienen a la educación en nuestro país (Argentina) no tienen en cuenta Internet, y sin embargo la red de redes se las arregla para hacerse notar. Pero la diferencia entre cambiar a la educación a través de nuevas tecnologías y que estas cambien a la educación, es que hoy les parece a esta gente que lo único que logra Internet y la tecnología en general es interferir, complicar y molestar. Que los celulares en las aulas, que la poca atención de los alumnos, que las nuevas maneras de copiarse, que las fotos, que los videos…En fin, donde esta gente ve problemas yo veo enormes oportunidades, y ante todo, un movimiento, una transformación desde dentro que no está siendo acompañada por los responsables en el tema.
La vieja escuela
Entiendo que existen algunas escuelas mejores que otras, que hay algunas de renombre muy bien valoradas, que no es lo mismo una escuela en el medio del campo que la más costosa de la metrópoli mas grande. Pero también entiendo que todas por igual, de la primera a la ultima son obsoletas, dan exactamente lo mismo, porque lo que está mal es el sistema educativo completo. No importa si los baños de una están más limpios que otra, o si los profesores de una están siempre impecables y en otra son mas desprolijos, tampoco importa lo que ganen esos docentes, no van a poder educar mejor ni aunque ganen millones de igual forma que un jugador de fútbol cualquiera no va a ser el mejor del mundo porque le paguen millones. No importan ni los días de clases que las diferencien, ni el material de estudio que utilicen, todas padecen la misma enfermedad.
No se puede seguir pretendiendo que sepamos la vida de San Martin de memoria, porque la tenemos completa, con todo el material de apoyo imaginable y desde todos los puntos de vista posibles a un clic de distancia. Saber la historia de memoria de San Martín no es ser más patriota, ni menos ignorante. No se puede seguir pretendiendo que sepamos hacer cálculos matemáticos complejos con un papel y un lápiz cuando existen las calculadoras desde hace décadas. El saber sumar con papel y lápiz o con calculadora da igual porque no significa que por ello sepamos pensar. No se puede seguir obligando a leer libros específicos a todos los alumnos por igual, dándoles encima un tiempo limite para hacerlo y lo peor de todo, un examen al respecto. Y que se entienda, no estoy en contra de saber leer, de saber sumar y restar, ni de saber la historia del mundo, estoy en contra del sistema que no comprende las prioridades.
En la actualidad se aprenden o al menos se saben las cosas en muy poco tiempo. No le encuentro sentido a que en primaria me tomen un examen sobre como era San Martin y su caballo, años mas adelante sobre qué hizo San Martín, y en la secundaria sobre cuales fueron las consecuencias de la batalla de San Lorenzo. Resulta simplemente una perdida de tiempo. Y tan poco sentido tiene, tan prescindible es todo, que si una persona quiere terminar el secundario “de grande”, o incluso si es “muy repetidor”, existen planes para obtener un titulo secundario express por decirlo de alguna manera.
Cuando una cosa se vuelven auto-referencial pierde el poder de relacionarse y eso mismo le pasa a la escuela. Es decir que solo pasan cosas que importan dentro en ese ecosistema, pero que al aislarlo pierden peso y por lo tanto, importancia. Es similar a un chiste entre novios enfrente de gente que acaban de conocer, nadie lo va a entender y tampoco va a importar porque solo ellos saben a que se refiere. O los pormenores de los programas de chimentos, o lo que pasa en la segunda y tercera temporada de Breaking Bad. La única salvedad de todo eso es que se trata de entretenimiento y por lo tanto puede carecer de importancia para el resto de nuestras vidas, pero la escuela es donde nos educan durante mas de diez valiosos años de nuestras vidas.
“¿Diseño qué?”
Sin ir mas lejos voy a compartir mi propia experiencia. De la escuela lo que recuerdo es que jamas estudie, y no porque fuera superdotado, si no porque en principio nada me interesaba demasiado ni me atraía como para prestarle mayor atención, pero llegado el momento de los finales siempre los aprobaba sin demasiado esfuerzo. Así llegue sin repetir al ultimo año donde me lleve a Diciembre prácticamente todas las materias, y entre Diciembre y Febrero las aprobé una por una. Las cosas que suceden en estas mesas también expresan lo poco que importa los contenidos. De hecho en mi ultima mesa (biología), el profesor me preguntó cuando terminé de exponer “¿Qué carrera vas a estudiar?”, a lo que conteste diseño en comunicación visual, entonces concluyo con “Ah, humanidades. Bueno, entonces anda” y me aprobó, cuando evidentemente no había hecho méritos.
Ni bien salí de la escuela secundaria mi próximo paso fue ingresar en una universidad, más por inercia que por un convencimiento real. Esto es lo que pasa hoy en día, es el camino que toman la mayoría de adolescentes que tienen la posibilidad. En el ultimo año de la secundaria tus familiares te instan a buscar algo en lo que mantenerte ocupado, tenes que trabajar o estudiar, cuando no las dos cosas. A muchos les resulta fácil saber qué estudiar, para otros es realmente un gran problema que puede llevar a angustiarlos y frustrarlos profundamente o que incluso puede derivar en lo mismo pero por haber elegido mal o darse cuenta años después que no era lo que querían hacer. En mi caso tenia claro lo que quería hacer, quería trabajar de lo que ya hacia como hobbie desde los 13 años, diseñar sitios web. El problema era que no existían universidades que brinden una carrera que me ayude a ser un profesional en la materia (y en nuestro país siguen sin existir). Ni siquiera un terciario (desde hace unos años hay algunas opciones), y en el caso de mi ciudad (en La Plata) solo existían algunos cursos y unos pocos intensivos de calidad y muy costosos. Era todavía algo extraño, extremadamente poco conocido, sobre lo cual nadie de mi entorno entendía exactamente de qué se trataba y mucho menos como se supone que se trabajaría de eso. Cuando mencionaba “Diseño Web”, hasta diseño llegaban todos pero después les salia el “¿Qué?”, lo que aggiornado seria un gran WTF. Si aun hoy me pasa imagínense 10 años atrás.
De todas maneras decidí, mientras seguía como hasta el momento aprendiendo por mi cuenta y realizando algún que otro curso, ingresar en la carrera que le mencione al profesor en la Facultad de Bellas Artes. Duré un solo año. Si bien me encantaban los contenidos y me motivaban las materias, nunca termine de entender a algunos profesores ni la forma en la que se organizaba la institución, y detestaba las condiciones en las que se dictaban las clases. Después sí fue todo aprendizaje, un trabajo típico de empleado de comercio, la decisión de ser freelance, la posibilidad años después de estudiar lo que realmente quería, y el día a día de mi profesión.
Así que veamos en que me ayudo hasta aquí la escuela. A elegir una profesión o vocación? No. A saber que hacer cuando lo que te gusta no se estudia en ningún lado? No. A prepararme para la universidad? No. A prepararme para un trabajo común, administrativo, de oficina? No. A manejarme como profesional independiente? A manejar las nuevas tecnologías? A comprender la globalización y como se mueve el mundo? A entender las relaciones comerciales? A saber que se necesita para vivir como uno quiere? No, no y no.
No quiero ser malicioso pero con suerte lo único que te deja es solo algunos pocos amigos. Y al revés, para ser benévolo y considerado diré que el problema de la educación no solo alcanza a la escuela, si no también a las universidades e institutos terciarios.
La nueva educación
No solo las nuevas tecnologías en las aulas son lo que se necesita para re-pensar la educación. Una nueva educación no castigaría que te copies, si no que lo promovería, no dependería de un profesor, si no que ante todo necesitaría de nosotros mismos y nuestro interés, no se conformaría con estar en un solo lugar, si no que se preocuparía por estar en todos lados…
…Podría seguir escribiendo mucho sobre la nueva educación pero el concepto general de mis pensamientos al respecto se formó gracias a ideas de otras personas que están intentando cambiar la educación o por lo menos concientizando sobre la necesidad de un cambio. Entonces, intentando parecerme más a una nueva escuela, los dejaré directamente con contenido multimedia que pueden consultar a continuación o cuando lo deseen para ahondar en el tema. Si llegaron hasta aquí les aseguro que les va a interesar y les disparará nuevos pensamientos.
Por qué odio la escuela pero amo la educación
Los videojuegos enseñan mejor que la escuela
Aprendizaje invisible ¿Como aprender a pesar de la escuela?
La Educación Prohibida
Si a todo esto le sumamos lo que leí por ahí que la escuela tampoco enseña nada sobre los sentimientos, sobre como manejar las emociones y las relaciones, podemos notar que nos seguimos alejando cada vez mas de una escuela con una educación optima, que potencie nuestras vidas. Y mientras tanto se sigue debatiendo si la educación sexual debe estar entre los contenidos o no…
Me interesa saber que piensan ustedes sobre la educación actual ¿Como se podría mejorar?