Todo lo que aprendí en 10 años sobre trabajo remoto

Trabajo remoto

Este post nació incompleto, volcar de una sola vez todo lo que aprendí en tantos años de trabajo remoto me sería imposible.

Me propongo sin embargo ir escribiendo lecciones sobre temas concretos que resulten útiles, no sólo para aquellos que recién se inician por uno u otro motivo en el trajo a distancia, sino también para aquellos con experiencia que necesiten una checklist para validar sus propios métodos.

Al final de cada tema encontrarás enlaces a las herramientas que más utilizo y que me han ayudado a mejorar la forma de trabajar desde casa.

 

Las bases

Más allá de todos los consejos y trucos que existen y que pueda dar a lo largo de este artículo para trabajar de forma de remota, creo que hay que tener en cuenta, en todo momento, que el concepto madre del trabajo remoto es la flexibilidad, es justamente lo que hace que no tengas que ir a un lugar especial a una hora específica de una forma determinada.

Por eso siempre que uno de los consejos te parezca demasiado estricto o exagerado, pon la flexibilidad adelante, tanto para entender que no se pretende que las cosas sean exactas ni perfectas, como para darle tu propio matiz y aplicación según tus condiciones y gustos.

Como decía al principio, siempre trabajé en mi casa para mi propio negocio, pero muchos de estos tips aplican también para trabajar en remoto para una empresa o en una startup, y para hacerlo en un espacio de coworking o café.

 

Las herramientas digitales son tu principal aliado

Me encanta descubrir herramientas nuevas que me faciliten el trabajo, y me gusta almacenarlas para eventuales usos en el futuro o para trabajos puntuales.

Seguramente te vienen a la cabeza decenas de herramientas que ya utilizas en tu día a día, pero quiero que sepas que tengo en mi archivo más de 4.000. Así que como verás cuando creas que no existe una herramienta que te ayude a hacer algo, pensalo de nuevo y buscá bien.

Por lo general vas a encontrar herramientas que son gratuitas o que poseen una opción gratis (bajo modalidad freemium) que suele alcanzar para empezar.

Si luego de probar la herramienta un tiempo considerable te das cuenta que un plan superior te ayudaría muchísimo en tu día a día, no dudes en contratarlo. La idea no es ir acumulando suscripciones pero sí pagar eventualmente por una herramienta que te ahorre tiempo y te ayude a visualizar y organizar el trabajo que de otra manera sería muy difícil.

 

Comunicate de manera efectiva

Es importante que comuniques cómo te comunicas a distancia. De lo contrario la gente tiende a los caminos obvios o a pensar que como uno está en la casa tiene disponible todo el tiempo, pero eso es ante todo un error en tu propia comunicación.

Deberías comunicar tus horarios y ritmos de trabajo tanto hacia afuera como hacia adentro. Tus clientes o compañeros de trabajo deberían entender mínimamente tu contexto y saber cuándo estarás disponibles para ellos y cuándo no. Lo mismo la gente que vive con vos, a menos que vivas solo,  ellos deberían tener claro cuándo no pueden interrumpirte para mostrarte el último meme de Twitter. El poder hacer de cuenta que literalmente no estás en la casa es un esfuerzo conjunto, muy difícil de lograr, pero que con su evolución mejora enormemente el contexto y el bienestar de todos.

Las vías de comunicación representan otro desafío a parte, empezando por definir cuáles utilizas y cuales no. Por ejemplo, que tengas una cuenta de Instagran no supone que profesionalmente puedan contactarte por ese medio salvo que lo especifiques. Que utilices WhatsApp de manera profesional no supone que esperen que respondas inmediatamente a la hora de tu cena o desde la cama.

Mi consejo es que dejes muy claro todas las reglas que te resulten apropiadas y que negocies y crees con tus colegas o clientes normas en común.

 

Prepará tu espacio con cariño

Todo en este aspecto tiene más que ver con tu salud física y mental que con lo laboral, así que mucha atención.

El lugar de la casa (incluyo todo tipo de viviendas) que elijas para trabajar es absolutamente importante. Cada casa tiene una configuración particular por lo que nadie más que vos va a saber cuál es el mejor espacio, pero puedo darte algunas guías en los que basar tu elección, la idea es que cumpla con la mayor cantidad de requisitos o al menos aquellos que vos consideres más importantes.

  • Buena iluminación: de día tiene que tener buena luz natural, idealmente con una ventana cerca y de noche estar ambientado con una iluminación contextual agradable.
    • De noche utilizar en tus dispositivos night light (filtro de luz azul) y dark mode (modo nocturno) siempre que sea posible.
  • Aislado: no debería estar en el paso de otros integrantes de la casa, establecer tu espacio en la cocina por ejemplo te llenaría de microinterrupciones que interfieren con el foco en tu trabajo
  • Ordenado y limpio: no todo el tiempo, ni es necesario cuando estes en pleno trabajo pero sí comenzar y terminar con todo en su lugar para poder preocuparte solo por lo importante.
  • Temperatura agradable: deberías poder acondicionar la habitación en la que estés para no sufrir frío ni calor, cualquier incomodidad extrema en este aspecto hará que no puedas trabajar.

El espacio en sí de trabajo dentro de la habitación elegida, tiene que ser cómodo. En este aspecto no escatimes en recursos porque es donde vas a pasar varias horas por día casi todos los días. No tiene sentido “ahorrar” en una silla. La idea es prevenir los dolores y problemas futuros causados ​​por una mala postura a raíz de muebles y dispositivos incómodos. Tené en cuenta lo siguiente:

  • Lograr la postura recomendada para estar en el escritorio (ver video a continuación)
  • Silla ergonómica y con altura regulable
  • Altura del monitor (recomiendo utilizar un monitor extra)
  • Teclado y mouse inalambricos y ergonómicos

 

 

A todo esto, por más bello y confortable espacio de trabajo que logres, si al momento de sentarte estás en pijama, despeinado y te cuesta abrir los ojos, es muy difícil que te motives lo suficiente para iniciar tu día. Tampoco se trata de vestirte de gala, para mi un buen punto intermedio es estar lo suficientemente presentable como para ir a hacer compras en cualquier momento (lo que supone estar vestido correctamente para salir a la calle) y para atender una videollamada sorpresa sin problemas (lo que supone que tu espacio y vos están en condiciones de hacerse públicos).

Agregaría el aspecto sonoro, te aconsejo tener unos buenos parlantes y/o auriculares para escuchar la radio o la música que más te guste o te ayude a motivarte y concentrarte. Para esto último hay música perfecta que te ayuda a enfocarte, te dejo una playlist que me encanta y me funciona.

 

El tiempo vuela en casa

Entramos en terreno complicado. Los tiempos son totalmente personales, cada uno tiene sus horarios, preferencias, ritmos circadianos y su entorno. No obstante hay algunos parámetros que pueden ayudarte mucho a manejar mejor tu tiempo.

Estando en tu casa el tiempo se te puede pasar volando, hay muchas distracciones y todas al alcance de la mano. Por eso lo idea es establecer un horario de trabajo ¿Suena fácil verdad? Bueno, no lo es.

Supongamos que queres trabajar 6 horas por día, lo ideal es que sepas concretamente cuándo vas a empezar y terminar. Un ejemplo sería comenzar a las 9 de la mañana y terminar a las 19 hs. lo que da un total de 10 horas pero que nos limita el rango de acción. Ya sabemos que nunca vamos a trabajar antes de las nueve de la mañana (lo que nos da tiempo para desayunar tranquilos por ejemplo) y nunca vamos a trabajar más allá de las siete de la tarde, lo que nos permitiría desconectar del trabajo a tiempo antes de cenar e ir a dormir.

De las diez horas intermedias sabemos que sólo seis las vamos a dedicar a trabajar pero en medio lógicamente vamos a tener que almorzar, quizás merendar, hacer alguna que otra tarea doméstica o personal y algo muy importante vamos a descansar del propio trabajo.

No se trata de sentarse y trabajar seis horas seguidas, es muy importante hacer cortes periódicos para estirarse, hidratarse o ir al baño. Es muy fácil olvidar las necesidades básicas cuando se pasan muchas horas frente al monitor. Para estos descansos cortos hay muchas técnicas, siendo pomodoro la más popular, mi ritmo preferido es trabajar 50 minutos y descansar 10.

Mi percepción del tiempo laboral cambió completamente cuando comencé a medirlo. Es como reza la frase “Lo que no se mide no se puede mejorar“. Medir el tiempo no sólo es un indicador de si alcanzamos o no las horas deseadas de trabajo sino también un delatador de para qué usamos ese tiempo y una gran herramienta para saber cuánto tiempo invertimos en determinadas tareas, lo que puede ayudarnos posteriormente por ejemplo en cotizaciones.

Salvo que trabajes en una empresa que te diga cuándo tenes que estar conectado, nadie va a decirte lo que tenes que hacer, por eso es muy importante que limites tus posibilidades con el fin de evitar la incertidumbre cada vez que inicies el día y la procrastinación propia del Homo Digitalis.

 

A continuación…

  • Rutina
  • Correo y Videollamadas
  • Auto gestión de tareas y proyectos
  • Entorno virtual
  • Productividad
  • Seguridad
  • Networking
  • Feedback

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *